El edificio del Restaurante Cantábrico se dice que fue levantado en la misma época en la que se construyó la carretera N-632, hace siglo y medio aprox., ya que anteriormente solamente existía un camino que venía del llamado “Camino Real” y que subía a lo que ahora es Bárcena, pues antes Venta las Ranas también era Bárcena, debido a que no tenía topónimo propio.
En aquella época que poseía el “bar” el señor Valdés constaba de bar y tienda, lo que antiguamente se denominaba una “venta”.
Cuando el señor Valdés falleció, toda esa propiedad (que abarcaba el bar, la finca denominada “Villamarina” que llegaba hasta casa “Luis de los carros” y lo que posteriormente compró la empresa Ercoa) la heredó un sobrino suyo que era cura presbítero, llamado don Arsenio Valdés. Al tener ese título, superior a cualquier párroco, no tenia parroquia fija. Como no podía hacerse cargo del bar lo alquiló a un matrimonio de apellido Valle. Durante esa época se llamó "Casa Valle" y constaba de una gran estancia con suelo de madera. Era muy afamada su bolera y en ella se disputaban partidas en las que participaban grandes figuras del mundo de los bolos de aquellos tiempos. También en el exterior del comercio se organizaban concursos de canción asturiana. Valle regentó el bar hasta finales de los años 40, que fue cuando lo compró Belarmino Riera, natural de Breceña (Villaviciosa) y llegado a Venta las Ranas años atrás.
D. Belarmino compró toda la propiedad en competencia con el famoso “Limpias” (padre de la saga de comerciantes “Morís”) que también era otro posible comprador. Cuentan que cuando "Limpias" fue al domicilio de Arsenio Valdés a Gijón a hacer la oferta para comprar la propiedad se cruzó en las escaleras con Belarmino Riera que bajaba con el trato ya hecho y la propiedad comprada.
Cuando el señor Valdés falleció, toda esa propiedad (que abarcaba el bar, la finca denominada “Villamarina” que llegaba hasta casa “Luis de los carros” y lo que posteriormente compró la empresa Ercoa) la heredó un sobrino suyo que era cura presbítero, llamado don Arsenio Valdés. Al tener ese título, superior a cualquier párroco, no tenia parroquia fija. Como no podía hacerse cargo del bar lo alquiló a un matrimonio de apellido Valle. Durante esa época se llamó "Casa Valle" y constaba de una gran estancia con suelo de madera. Era muy afamada su bolera y en ella se disputaban partidas en las que participaban grandes figuras del mundo de los bolos de aquellos tiempos. También en el exterior del comercio se organizaban concursos de canción asturiana. Valle regentó el bar hasta finales de los años 40, que fue cuando lo compró Belarmino Riera, natural de Breceña (Villaviciosa) y llegado a Venta las Ranas años atrás.
D. Belarmino compró toda la propiedad en competencia con el famoso “Limpias” (padre de la saga de comerciantes “Morís”) que también era otro posible comprador. Cuentan que cuando "Limpias" fue al domicilio de Arsenio Valdés a Gijón a hacer la oferta para comprar la propiedad se cruzó en las escaleras con Belarmino Riera que bajaba con el trato ya hecho y la propiedad comprada.
Relatado por Manuel Sánchez "el moyau"
Pasó por varias manos después de que la familia Madiedo dejara el cargo tras varias décadas. Podría destacarse la buena época de “Minín” y “Angelita” en los años 80, durante la cual El Cantábrico destacó como uno de los más populares negocios de comidas de Asturias, recibiendo incluso la visita de la Infanta Doña Elena que quiso saborear los buenos guisos de Angelita en una de sus visitas a la región. Posteriormente Angelita y Minín se hicieron cargo del famoso restaurante de Gijón "El Zagal".
A finales de los años 80 se hicieron cargo del restaurante Nacho y Pili, los cuales posteriormente fundaron la popular Sidrería Nacho en Gijón.
A principios de los 90, Mario Martínez, antiguo propietario de la empresa de limpiezas gijonesa “Limpul” y vecino de El Gobernador. Volvió a llevar a El Cantábrico a su añorada época de esplendor, brillando por su excelente cocina y por sus totalmente renovadas instalaciones. En el año 1997 se celebró su 50 aniversario, acudiendo a la celebración el entonces presidente del Principado D. Sergio Marqués y varias autoridades más.
Mario, y posteriormente su hijo Mario mantuvieron El Cantábrico en la cima y a principios de la primera década del siglo XXI cogió las riendas Fernando Viñuela, famoso cocinero que conservó la buena fama del restaurante hasta su marcha en el año 2005.
En ese mismo año, desgraciadamente, otro popular restaurante de Les Mariñes, “Los Pisones, Casa Ciprión” en Quintueles, sufrió un grave incendio destrozando el edificio por completo y obligando a sus dueños a buscar otra alternativa a su negocio familiar. Naturalmente no había mejor opción que El Cantábrico. El 25 de octubre de 2005 la familia encabezada por Luis y Leni (propietarios de Los Pisones) se hizo cargo de El Cantábrico, que volvió a resucitar tras unos meses cerrado y rebautizado como "Los Pisones".
Mario, y posteriormente su hijo Mario mantuvieron El Cantábrico en la cima y a principios de la primera década del siglo XXI cogió las riendas Fernando Viñuela, famoso cocinero que conservó la buena fama del restaurante hasta su marcha en el año 2005.
Fernando Viñuela durante su etapa en El Cantábrico |
El Cantábrico renace en diciembre de 2012 y vuelve a cambiar de dirección en septiembre de 2013 de la mano de una nueva gerencia.
Desde diciembre de 2016 hasta abril de 2017 vuelve cambiar de dirección. El día 1 d mayo de 2018, tras más de un año cerrado, vuelve a funcionar tras una gran reforma y con nuevo nombre. El Cantábrico pasa a llamarse "La Ranota".
Alguien conoce a Benigno Lopez mendez y su mujer Mercedes Pidal Alvarez? no sé qué viven en Santa Marina. Tienen una hija creo.
ResponderEliminarMuchas gracias a quien me pueda informar
Un saludo
Para contestarme mi correo electrónico es.. elen2010@hotmail.es
EliminarMuchas gracias