Los orígenes del
actual grupo folclórico Los Xustos tienen dos vertientes y por azares del
destino se unieron en una sola persona que luego sería su fundador: Mariano
Castro Ordieres. Esas vertientes fueron Los Mariñañes y Xusto “La Llastra”. Así
que trataremos ambas por separado.
LOS MARIÑANES
A finales del
siglo XIX aparece por primera vez en la historia de la cultura tradicional
asturiana, con nombre propio, lo que ahora denominamos grupo de baile asturiano
o grupo folklórico. Se trataba de un conjunto de entre tres y seis parejas
llamado Los Mariñanes. No hay una fecha fija, al menos que se sepa de cómo y
cuando se formo esta formación, lo que sí se sabe con certeza es que no tenían
un esquema planificado de ensayos, y que acudían a todas aquellas romerías de
la región donde eran invitados a modo de atracción por los ayuntamientos
correspondientes, pero funcionando de una forma anárquica, sin un horario
previsto ni de empiece ni de finalización, bailando hasta altas horas de la madrugada
animando a los romeros, pero disfrutando al mismo tiempo del baile, la sidra y
el jolgorio de la fiesta.
Su zona de más
acción estaba comprendida entre Gijón y Villaviciosa. El nombre de Los Mariñanes
les viene dado por el origen de sus componentes, naturales de Castiello de la
Marina (Villaviciosa), zona conocida popularmente como Les Mariñes.
Con la entrada
del siglo XX el grupo se “profesionalizó” y comenzaron a bailar -a parte de en
las fiestas patronales- en salones y teatros, en bodas y bautizos y en actos
oficiales en presencia de autoridades. El grupo se reducía a dos parejas de
baile formadas por Pepe Carmina y Nieves Ordieres y la otra por Julia Ordieres
y su hermano Enrique, hermanos a su vez de Nieves. A la gaita les acompañaba
siempre Ramón García Tuero de Arroes (Villaviciosa) más conocido como “El
Gaiteru de Llibardón ”, llamado así por asentarse a vivir en la población colunguesa
de Llibardón una vez contraído matrimonio con una moza de dicho lugar.
Al tambor José
García, conocido entre sus vecinos de Cenero (Gijón) de donde era natural, como
"El Tambor de la Abadía.
Los Mariñanes. Madrid 1916 De izqda. a derecha: Pepe Carmina, Nieves Ordieres, José García "El tambor de La Abadía", Ramón García Tuero "El Gaiteru Liardón", Julia Ordieres y Enrique Ordieres. |
Se sabe que
bailaron para sus SS MM los Reyes de España don Alfonso XIII y doña María Victoria
Eugenia, acompañados del Príncipe de Asturias don Juan de Borbón en el verano
de 1918. Y en 1923 después de la revolución lo hicieron para el general Miguel
Primo de Rivera en una visita que éste realizó a Gijón. Pero ya en 1916 habían
viajado a Madrid, tal como muestra la foto “de pose” realizada para la prensa
de la capital de España. Los Mariñanes seguirían durante varios años con
diferentes formaciones: hasta 1959 en Asturias, luego reaparecen en Caracas
(Venezuela) a finales de 1960, durando solo hasta 1964 por los motivos que más
adelante explicaremos. Más tarde se vuelven a formar en Gijón a principios de
1970, disolviéndose y desapareciendo definitivamente en 1986.
Del Grupo de
Baile Los Mariñanes existe abundante documentación escrita y fotográfica, sobre
todo de los “profesionalizados” a partir del siglo XX. Hijos de humildes
labradores naturales todos ellos de Castiello de la Marina, como ya dijimos al
principio, y que fueron un total de doce hermanos que paulatinamente fueron
trasladándose a Gijón. A saber por orden de mayoría de edad: Ignacia, Aurora,
Guillermo, Manolo, Abelardo, Nieves, Julia, Dionisio, Enrique, Hilda, César y
Modesto Ordieres. Todos en desigual medida y tiempo, junto con sus cónyuges,
hijos y algún que otro amigo participaron con el cuadro de actores y baile de
Los Mariñanes. Se
sabe que Ignacia (Madre de Mariano Castro) e Hilda tocaban muy bien el tambor,
que Nieves destacaba de entre todos bailando, que Enrique cantaba tonada
excelentemente. Dicen que fue precisamente el cantar lo que facilitó que las tropas
nacionales le mataran mientras defendía Oviedo, a lado de las Milicias
Republicanas. Estando de guardia en las trincheras del Escandeleru, a las
afueras de la ciudad, no se le ocurrió otra cosa que cantar una tonada; de
pronto una voz gritó: -canta más alto
camarada-. Enrique subió el tono y la voz volvió a gritar: -más alto que no se te oye-. Enrique se
indignó y lo tomó como una ofensa, así que se puso en pie para recriminar a
quien tanto gritaba. La respuesta fue una ráfaga de metralleta del bando
sublevado que acabó con su vida con tan sólo 26 años de edad.
De Modesto destacan su capacidad de
sacrificio ante las adversidades y lo trabajador que era, llegando a instalar
una fábrica de guantes en Venezuela, país donde falleció. Pero sin duda alguna
el líder indiscutible fue César, que cantaba y tocaba excelentemente la gaita.
Era un buen actor y un gran bailarín, cargando además con la responsabilidad en
cuanto a organización y todo tipo de decisiones artísticas. No sólo tocaba la
gaita y cantaba a la vez, como hacia el Gaiteru Llibardón, sino que además
también bailaba ¡y de madreñes!.
El grupo que se había deshecho en el 1936 a
consecuencia de la Guerra Civil Española fue rehecho por César Ordieres, de
apodo “El Maríñan”, esta vez con el nombre de Grupo Artístico “Los Mariñanes ”.
Desde el 3 de septiembre de 1949 y durante su escaso año de existencia formaron
parte como cuerpo de baile de la Compañía de Arte Asturiano, fundada por el
barítono gijonés Antonio Medio. En la Compañía de Arte Asturiano se encontraban
entre otros, aparte del propio Medio, el famoso cantador José González “El
Presi ”, José Morán (cantante de tonada), la actriz de carácter Aurora Sánchez,
etc., casi todos ellos provenientes de la (Compañía Asturiana de Comedias que
Rosario Trabanco y José Manuel Rodríguez habían formado en los años 40 y que
durante los años 1946 a 1949 había dirigido el famoso escritor de comedias en
bable Eladío Verde. También estaban en el reparto María Ángeles Ceñal (actriz)
y su esposo Mariano Castro Ordieres (actor) así como el tamboritero Senén
Ordieres. Una vez desaparecida la Compañía de Arte Asturiano, César Ordieres
sin Antonio Medio ya, reorganizó la compañía con el nombre de Compañía
Asturiana “Los Mariñanes “, incorporando a la misma a la actriz Rosario
Trabanco y al actor cómico y monologuista Donorino García. Fueron diez años florecientes
del teatro costumbrista asturiano, actuando La Compañía en casi todas las
provincias españolas, espoleados principalmente por los Centros Asturianos
existentes en ellas. Es obligatorio reconocer desde aquí el trabajo y el mérito
de César Ordieres algo que quizá nunca se haya reconocido en su justa medida,
sobre todo sabiendo su origen humilde, que había acudido de niño a la escuela
pública solo seis meses y que se sabe que iba de Gijón a Castiello de la Marina
y viceversa andando descalzo para no gastar el calzado, calzándose a la entrada
de las poblaciones.
César
Ordieres había hecho su debut como bailarín a los seis años de edad ante el Rey
Alfonso XIII en Madrid, acompañado del Gaiteru de Llibardón y el Tambor de La
Abadía, vestido de mujer y haciendo pareja con su hermano Modesto. A finales de
1959 con La Compañía Asturiana “Los Mariñanes ” disuelta por motivos de falta
de liquidez, emigró en busca de fortuna a Venezuela, marchando en una situación
económica precaria con su esposa Maudifia y su hijo Cesarín; instalándose en
Caracas, donde residía su hermano menor Modesto desde hacía unos años.
En
el Centro Asturiano de la capital venezolana es nombrado Gaitero Mayor y crea
otra vez allí la Compañía Asturiana de Comedias “Los Maríñanes”, ejerciendo de
actor y director de la misma. Fallece el 28 de junio de 1964 cuando contaba 48
años de edad, dejando en el Centro Asturiano una huella profunda entre un gran
número de alumnos y seguidores a los que había deleitado durante cuatro años
con sus bailes, gaita y obras teatrales. Falleció pues lejos de su querida
Asturias. Posteriormente durante unos años continuaron con esas labores de
exaltación de la cultura musical asturiana su hermano Modesto y su hijo César,
pero eso ya son otras historias. Grabó varios discos con José González “El
Presi”.
XUSTO “LA LLASTRA”
Manuel Castro,
abuelo paterno de Mariano Castro Ordieres y natural de la aldea gijonesa de
Castiello de Benueces, gran aficionado al baile, era un personaje muy popular
en fiestas y romerías, conocido por todo el mundo con el apodo de “Xusto la
Llastra”. Poco podemos contar de él ya que su ámbito se limita a Gijón y
bailando siempre por afición, de forma individual y sin retribución alguna. Lo
que sí es cierto es que se presentó y ganó varios concursos de baile regional acompañado
por una hermosa muchacha de la Villa de
Jovellanos apodada La Pericacha, que
luego sería madre del famoso hostelero El Pery, que hasta su fallecimiento
regentó en el Rinconín de la concha de la Playa de San Lorenzo (Gijón) el
merendero que llevaba su propio apodo. Lo que sí sabemos con certeza de Manuel
Castro es que fue quien más influyó durante la infancia de Mariano Castro para
que continuara con aquella tradición de escuela propia de baile que los famosos
Mariñanes habían creado en el siglo XIX, a pesar de haber fallecido cuando su
nieto Mariano sólo contaba con 11 años. La semilla dio su fruto como veremos
más adelante.
Hilda "la mariñana" en El Carmín. Pola de Siero 1978. |
EL FUNDADOR
La Agrupación
Folklórica Asturiana Los Xustos fue fundada por Mariano Castro Ordieres en 1953
en Gijón, ciudad en la que siguen teniendo su sede en la actualidad. Mariano
Castro nació en Castiello de La Marina (Villaviciosa) un 2 de marzo del año
1919. Es por tanto mariñan de nacimiento y descendiente por parte materna del
famoso grupo de baile asturiano “Los Mariñanes”.
Hijo de Sindulfo Castro Meana, de Castiello de Bernueces (Gijón), y de Ignacia Ordieres Álvarez, de Castiello de La Marina (Villaviciosa), ambos labradores. Se trasladó con su familia desde Castiello de La Marina a Gijón cuando sólo contaba siete meses de edad, ya que su padre entró a trabajar de peón en la Fabrica gijonesa de dulces y sidra achampanada Zarracina; trabajo que abandonaría al poco tiempo para retornar a la labranza en las tierras que poseía en Castiello de Bernueces. Si bien la familia Castro mantendría ya siempre su residencia en Gijón, en la calle Cirujeda n° 9, en el desaparecido barrio de El Rial (Ceares), lugar donde nacería tres años más tarde su única hermana Conchita.
Ingresa
a los cuatro años en la Escuela Pública de Ceares lugar donde permanece hasta
cumplidos los catorce, acabando los Estudios Primarios. Dicen antiguos
compañeros de colegio que a demás de ser “listu como un rayu” tenía siempre las
notas más destacadas de la clase, llevándose por Reyes y fin de curso siempre
los mejores juguetes y premios. Su hermana Conchita recuerda con nostalgia como
los maestros de entonces decían a su madre: “ye una pena que esti guaje no
estudie carrera”.
De ese matrimonio
nacen sus dos hijos, Aída la mayor y Mariano el pequeño, al que todos llaman
cariñosamente (y siguen llamando) Marianín. Forma con su mujer una pareja de
baile de salón y de baile moderno de la época con el nombre artístico de “Geli
y Castro”, actuado como atracción en el Ideal Rosales, Continental, Jai-Alai,
Salón Doré, Arrieta, etc de Gijón. Mariano, aparte de los bailes de salón y
modernos, nunca abandona el folklore asturiano. En 1946, acompañado de su
hermana Conchita, gana un afamado concurso de baile regional celebrado en El
Continental de Gijón, quedando por delante de sus tíos Nieves y César.
En 1955 se consolida el grupo definitivamente con el nombre de Agrupación Folclórica Asturiana “Los Xustos”, conservándolo hasta la fecha. Corren buenos tiempos tanto para la familia Ordieres como para la Castro. Durante seis años Mariano Castro disfruta de los éxitos de la Compañía Asturiana de su tío César viajando por casi todas las capitales de provincia, sobresaliendo su actuación en el Teatro Cómico de Madrid en el verano de 1955, que la prensa madrileña destacó extraordinariamente, con la consiguiente repercusión posterior en el ámbito nacional. A partir de esa fecha Mariano Castro impartió cursos durante varios años de baile asturiano en el Centro Asturiano de Madrid y posteriormente en el de México capital.
La Academia de
Mariano Castro tiene a finales de los sesenta ya un reconocido prestigio a
nivel nacional y figuras españolas de talla internacional como el bailarín
Antonio, Marienma o Pilar López no dudan en pasar por ella siempre que pueden
para recibir clases sobre los pasos de nuestras ancestrales danzas. Exigente
como no había otro, Mariano Castro amplía y enriquece el repertorio de danzas y
bailes del grupo poco a poco, que ya en los setenta comprendía: Danzas Rituales
como el Corrí-Corrí o el Pericote, Danza Prima, etc. Bailes de Romería o de Gaita
y Tambor como Mudanzas o Lijeros (jotas), Muñeiras, Xiringuelos y Xiraldilles.
Bailes del Centro (acompañados con panderetas y panderos) tales como El
Tras-tras del Ringo- Rango o el Perlindango de la Sardina. De oriente un buen numero de Fandangos y del occidente los Bailes de Pandero y las Vaqueiradas
acompañándose de botella de anís y cuchara, vasos de sidra, panderos cuadrados y
payechas entre otras el Careao, Jota de Cangas o Jota de Leitariegos, Araña,
Media vuelta Vaqueira y Gallegada. Imprime en todas ellas todo el saber
adquirido de sus antecesores con una fuerza y personalidad que los diferencia
de los grupos folklóricos coetáneos. Todos estas danzas estaban acompañadas por
gaita y tambor, percusiones étnicas, cantantes de tonada y pequeños coros según
fueran las normas impuestas por la tradición. También se preocupa Mariano
Castro por la vestimenta, recorriendo Asturias con la inquietud de conocer nuevos
detalles de cada zona e ir incorporándolos a los trajes correspondientes, que
continuamente están ampliando. Intransigente consigo mismo Mariano es un
perfeccionista autodidacta que, a medida que pasan los años, va creciendo su
pasión por conocer los orígenes de nuestra cultura hasta convertirse en una
obsesión. Los buenos resultados de las actuaciones en Asturias, España, Europa,
América Central y Sudamérica así como los premios y galardones obtenidos en
todos estos lugares llenan de orgullo y satisfacción tanto al fundador como a los
componentes de “Los Xustos” como justa recompensa a tanto esfuerzo.
Hijo de Sindulfo Castro Meana, de Castiello de Bernueces (Gijón), y de Ignacia Ordieres Álvarez, de Castiello de La Marina (Villaviciosa), ambos labradores. Se trasladó con su familia desde Castiello de La Marina a Gijón cuando sólo contaba siete meses de edad, ya que su padre entró a trabajar de peón en la Fabrica gijonesa de dulces y sidra achampanada Zarracina; trabajo que abandonaría al poco tiempo para retornar a la labranza en las tierras que poseía en Castiello de Bernueces. Si bien la familia Castro mantendría ya siempre su residencia en Gijón, en la calle Cirujeda n° 9, en el desaparecido barrio de El Rial (Ceares), lugar donde nacería tres años más tarde su única hermana Conchita.
Mariano Castro con sus padres y hermana Año 1924 |
Los escasos
ingresos que entran en su casa, obtenidos únicamente de la labranza de su padre
y algún que otro trabajo esporádico de su madre en el lagar de Falín y Tuya, le
obligan a comenzar a trabajar y abandonar los estudios. Comienza de pinche en
la fábrica de vidrios de La Bohemia Española de Gijón, lugar donde estaría un
total de diez años, contando los anteriores y posteriores a la Guerra Civil
Española y acabando con la categoría de fletador, trabajo que consistía en hacer
el remate final de la boca de los vasos y copas.
A
los 16 años espoleado por su tío Cesar, que tenía dos años más que él, se
alista con éste voluntario a las Milicias Republicanas y se van los dos con la
Columna de Gijón a defender Oviedo, lugar donde estaba su otro tío Enrique. La
muerte de Enrique asusta a su madre y esta ejerce el derecho que existía
entonces de poder reclamar a los hijos que estaban en el frente si estos eran
menores de edad. Cuando las tropas de Franco entran en Gijón es llevado a la
Trefilería de La Calzada, lugar donde los fascistas clasificaban a los hombres
antes de darles uno de los dos destinos que allí se repartían: A la Prisión del
Coto, donde la mayoría serían juzgados sin defensa alguna y posteriormente
fusilados en paredón del Sucu (Cementerio de Ceares); o los más afortunados
eran enviados a luchar al frente si tenían la suerte de tener un “aval” de
alguien afecto al nuevo régimen que respondiera por ellos. Solo podían librarse
de estos dos fatales destinos apuntándose voluntarios al Tercio (La Legión). Por
suerte Mariano es avalado por una familia de cierta nobleza de Castiello de la
Marina, pasando inadvertida su estancia en las Milicias Republicanas, y pasa a
formar parte de la Caja de Reclutas de Oviedo incorporándolo en febrero de 1938
al destacamento Mérida 35 en Vigo, donde recibe instrucción y desde allí es enviado
a los frentes de Extremadura a la batalla del Ebro, en 1939 otra vez a Extremadura
y con la guerra casi finalizada al Regimiento de Montaña n° 50 en el Pirineo
catalán.
Con
la guerra terminada, en 1940 vuelve a ser reclutado por el nuevo gobierno constituido
y enviado a Barcelona a cumplir el Servicio Militar. Mantenía por aquel tiempo
amistad con María Ángeles Ceñal, sosteniendo una relación de casi carta a
diario durante los dos años de estancia en la ciudad Condal, donde estaba
destinado en las oficinas de Intendencia. Podríamos decir que formalizaron sus
relaciones de novios “cortejando” a través del correo. En Barcelona asiste por
las tardes a las salas de fiestas en las cuales se practicaban los bailes de
salón, las popularmente conocidas como “academias taxi”, lugares donde con la
entrada, daban un ticket para poder bailar con señoritas o caballeros que
ejercían de profesores. Mariano asistía a estos salones para, aparte de practicar
el baile, ver su funcionamiento, pues en su mente -muy joven aun- estaba la
idea de instalar un “taxi-baile” en Gijón una vez licenciado. Pero Gijón no era
Barcelona, ni en lo económico ni en a las libertades por parte de las autoridades
gubernativas. Tendrá Mariano que esperar unos cuantos años para ver sus sueños
cumplidos de tener su propia empresa.
Finalizado
el Servicio Militar regresa a Gijón a trabajar en su puesto de fletador en la
Bohemia Española y el 9 de enero de 1942 contrae matrimonio con María Ángeles, compartiendo
con esta la habitación que tenía en casa sus padres. Cuando Ángeles nos cuenta
estas historias como si de un diario se tratase, se le humedecen los ojos y
reflexiona en alta voz: “éramos pobres,
pero felices", podría haber gente tan feliz como nosotros, pero más no
creo...., era tan guapu y tan buenu...y como padre no lu hubo mejor.
En 1947 pide
excedencia en la fábrica de vidrio donde trabajaba y se va a Madrid para tomar
lecciones de perfeccionamiento de bailes de salón en la Academia Burgillos.
Allí descubren las grandes dotes de Mariano no solo para los bailes de salón sino
también para los regionales, recomendándolo a Estrellita Castro para que formara
parte de su Compañía. Con la Compañía de Variedades de Estrellita Castro
recorre durante un año toda España, haciendo pareja con su mujer Ángeles con el
mismo nombre de “Geli y Castro” e interpretando baile clásico de salón (bolero,
cha-cha-cha, pasodoble, mambo, foxtrot, tango, etc.) moderno (charlestón,
boggie-boggie, swing, etc.) y regional logrando un éxito tras otro en todas las
provincias que visitaban.
A
su nuevo regreso a Gijón en enero de 1948 sigue trabajando en La Bohemia, da
clases en un salón que existió en la calle Cabrales y a los pocos meses abre
una Academia de Baile en el Salón La Armonía, en el barrio alto gijonés de El
Coto, que escasamente llegaría al año. En septiembre de 1949 se incorpora con
su esposa y el grupo de baile Los Mariñanes a la “Compañía de Arte Asturiano”,
recién creada por Antonio Medio, como actor y bailarín. Una vez desecha esta, a
los 10 meses de su creación, continua en la Compañía Asturiana Los Mariñanes
dirigida por su tío César como continuación de la anterior. Con una y otra
Compañía vuelven Ángeles y Mariano a recorrer otra vez toda España durante seis
años llenos de triunfos. Pero Mariano Castro cada vez veía más cerca la
posibilidad de dar el salto de independizarse y tener su propio grupo
artístico, su academia de baile... Aunque las ideas, ahora con años de
experiencia, estaban un poco distintas a las traídas de Barcelona en 1942. En
el 1950 empezarían a verse cumplidos sus deseos.
LOS XUSTOS DE MARIANO CASTRO
En el verano de 1953 Mariano Castro decide dejar la Compañía Asturiana “Los Mariñanes” y dedicarse exclusivamente a dar clases individuales de bailes de salón, negocio que había empezado en 1950 en su domicilio de la calle la Reconquista en el barrio gijonés de
En el verano de 1953 Mariano Castro decide dejar la Compañía Asturiana “Los Mariñanes” y dedicarse exclusivamente a dar clases individuales de bailes de salón, negocio que había empezado en 1950 en su domicilio de la calle la Reconquista en el barrio gijonés de
Ceares, al que a finales de 1951 incorpora también los bailes
asturianos. Lo suyo era bailar y no el teatro, aunque este fuere costumbrista
asturiano, y así se lo comunica a su tío Los comienzos son
durísimos y casi nadie acude pagando a aquella academia puesta con tanta
ilusión y Mariano se ve obligado a trabajar por su cuenta de fletador en un
pequeño taller que había instalado en el patio de casa sus padres, a nombre de
su padre, para no perder la excedencia de la Bohemia, obteniendo así ingresos extras
con los que seguir manteniendo el hogar ya que los sueldos de la Compañía de Comedias,
donde seguía trabajando, no daban para muchas alegrías una vez descontados los
gastos del nuevo negocio. Pero Mariano no se desanima y hace honor a la frase
que nos dice su hermana: “Era muy cabezón
y cuando quería una cosa no paraba hasta conseguirlo”. Así que decide crear una formación de baile
asturiano para actuar en fiestas, romerías y todo tipo de certámenes y festivales,
con un cachet que cubriera los desplazamientos, pensando que la gente se
apuntaría con la ilusión de viajar gratis a lugares desconocidos. Andaba por
todos los lados animando a aquellos que a él le parecían que tenían buena
planta -nos dice su hija Aída-. “Mi madre
me contó que les engatusaba con futuros viajes a Madrid y al extranjero cuando estos
solo existían en su mente. Por aquel tiempo yo tenía ya siete años y apuntaba
buenas maneras para el baile regional”.
Elige el nombre
de Grupo de bailes asturianos “Los
Xustos” en memoria de su abuelo paterno “Xusto La Llastra”. A los pocos
meses, ya en 1954, debutan en el Cine-Coliseum de los Campos Elíseos, con el
nombre de Cuerpo de baile asturiano “Los Xustos” de la Escuela de don Mariano
Castro. Asiste con tres o cuatro compañeros de Los Mariñanes y unos cuantos
alumnos particulares entre los que se encuentra su hija Aída, que ya había
debutado con tres años en la Casa Rectoral de la Iglesia de San Pedro. La cosa
empezaba a funcionar y Mariano comienza a investigar sobre la Cultura Popular
Asturiana, canciones, bailes, vestimenta, etc., ayudado por el hostelero Gerardo
“el de Prendes ” y sobre todo por el que fuera Gaitero Mayor de Asturias José
Rendueles (Joselín de Quintueles), buscando rescatar o al menos mantener las
tradiciones ancestrales asturianas que
poco a poco se estaban perdiendo y desfigurando sobre todo por la nefasta
gestión cultural de los de Coros y Danzas de la Sección Femenina y los Grupos
de baile de Educación y Descanso. Antes de finalizar el 1954 la pareja de baile
asturiano Finita Meana y Roberto González en representación de la Escuela de
Mariano Castro de Gijón ganan con justicia el Primer Premio de Baile por
Parejas en el VII Concurso Radiofónico “Rumbo a la Gloria” en el Teatro Principado
de Oviedo. Rumbo a la Gloria tenía un resonante éxito en toda España ya que,
apoyado por el diario del Movimiento “La
Nueva España” y Radio Emisora del Movimiento (R.E.M.) "La Voz del
Principado”, con las voces de los locutores Menchu Álvarez del Valle y Luis
Suárez había sido el primer concurso radiofónico de cante y baile creado en
toda España a semejanza de los realizados por aquel tiempo en Estados Unidos. “ A la entrega de premios acudieron con un
lleno completo (teniendo que colocar en las taquillas el cartel “No hay
localidades ”) el Alcalde de la ciudad, el Jefe de la Diputación y el
excelentísimo señor Gobernador de la Provincia de Oviedo”, -decía al día
siguiente la ya desaparecida Hoja del Lunes- “cerrando el acto las actuaciones de Román Jesús de Carabanzo (tonada),
Rosa Mari Patallo de Moreda (tonadilla), Agrupación Musical de la Sociedad
Ibérica de Nitrógeno de la Felguera, Juan y Pepin Salazar (guitarra
española-Pepín del Ballet de Pilar López), el conjunto músico- vocal Los
Juvachos (canción moderna) y el Baile Asturiano de los profesores y alumnos de
la prestigiosa Escuela de Baile gijonesa de don Mariano Castro”.
En 1955 se consolida el grupo definitivamente con el nombre de Agrupación Folclórica Asturiana “Los Xustos”, conservándolo hasta la fecha. Corren buenos tiempos tanto para la familia Ordieres como para la Castro. Durante seis años Mariano Castro disfruta de los éxitos de la Compañía Asturiana de su tío César viajando por casi todas las capitales de provincia, sobresaliendo su actuación en el Teatro Cómico de Madrid en el verano de 1955, que la prensa madrileña destacó extraordinariamente, con la consiguiente repercusión posterior en el ámbito nacional. A partir de esa fecha Mariano Castro impartió cursos durante varios años de baile asturiano en el Centro Asturiano de Madrid y posteriormente en el de México capital.
Por
otro lado “Los Xustos” triunfan tanto en la provincia como en todo el
territorio español, ganando el Primer
Premio en el I Certamen de Exaltación a la Danza (Madrid 1958) y el Primer
Premio de bailes regionales de la IV Feria Internacional del Campo (Madrid
1958), entre otros de menor importancia.
En
1958 son requeridos por el productor y actor Pedro Beltrán para bailar en el
film “Días de feria” bajo la dirección de Rafael J. Salvia junto con los actores
José Luis Coll, José Isbert, Tony Leblanc, José Luis López Vázquez y Jesús
Puente, entre otros. La película se estrena en 1960 con gran éxito de crítica y
público.
En 1957 nacería
su hijo Mariano (Marianin) y su hermana Conchita comenzaba a triunfar con otra
academia de baile asturiano, español y ballet clásico instalada en el bajo de
la nueva casa de a cuatro pisos construida en solar de sus padres en la calle
Cirujeda, lugar donde estaría hasta mediados de los setenta, llegando a grabar
dos discos con el sello Columbia.
En 1960 sin la responsabilidad del cuerpo de baile de la Compañía Asturiana “Los Mariñanes”, desaparecida como ya dijimos a finales de 1959, Mariano tiene más tiempo para perfeccionar las clases no solo de baile regional, sino también las de salón. Ese mismo año se trasladan forzosamente a la calle Peñalba, ya que el edificio de la Sagrado Corazón se derriba para hacer una nueva vivienda. A pesar del éxito de la Academia, donde ahora si entran abundantes ingresos, Mariano se vuelca más en lo cercano, en “lo nuestro”. Tras la popularidad que les había reportado la gran pantalla y el excepcional elenco de bailarines, músicos y cantantes de que disponía la Agrupación, Mariano se da cuenta que es el momento de dar el gran salto y, después de tres años de intensa preparación, Los Xustos empiezan a vivir una etapa difícilmente irrepetible en la historia de los grupos folklóricos de nuestra región. Páginas y páginas de gloria que comienzan a principios de los sesenta y que continuaran hasta nuestros días.
En 1960 sin la responsabilidad del cuerpo de baile de la Compañía Asturiana “Los Mariñanes”, desaparecida como ya dijimos a finales de 1959, Mariano tiene más tiempo para perfeccionar las clases no solo de baile regional, sino también las de salón. Ese mismo año se trasladan forzosamente a la calle Peñalba, ya que el edificio de la Sagrado Corazón se derriba para hacer una nueva vivienda. A pesar del éxito de la Academia, donde ahora si entran abundantes ingresos, Mariano se vuelca más en lo cercano, en “lo nuestro”. Tras la popularidad que les había reportado la gran pantalla y el excepcional elenco de bailarines, músicos y cantantes de que disponía la Agrupación, Mariano se da cuenta que es el momento de dar el gran salto y, después de tres años de intensa preparación, Los Xustos empiezan a vivir una etapa difícilmente irrepetible en la historia de los grupos folklóricos de nuestra región. Páginas y páginas de gloria que comienzan a principios de los sesenta y que continuaran hasta nuestros días.
César Ordieres y Mariano Castro tocando en una bodaa finales de los años cincuenta. |
En 1961 su hijo
Mariano se estrena con tan solo cuatro años de edad como integrante del grupo
de baile en la romería de Granda, de las fiestas de Santiago y Santa Ana.
El
año 1963 les llevó otra vez al cine esta vez de la mano del productor gijonés
Jesús Rubiera para bailar, hacer de extras e incluso dándole un pequeño papel a
su joven y hermosa hija Aída de 18 anos. Nos estamos refiriendo a la película
“Jandro” que, dirigida por Julio Coll, fue rodada en un lujoso palacio de la
familia Figaredo en Somió, en el barrio alto de pescadores de Cimadevilla y en
los alrededores de la ciudad, terminándose de filmar en Madrid en 1964, año en
que se estrena. Eran sus principales actores Arturo Fernández, María Mahor y
Alfredo Halcón con música del barcelonés José Solá, destacando los temas
musicales de Jandro y La marcha de los Ordieres.
Mariano Castro con su amiga y gran cantante de copla española Antoñita Moreno. |
Veinticuatro años
después de su creación regresan al nuevo edificio de la calle Sagrado Corazón,
lugar donde habían comenzado su andadura y que ahora es mucho más espacioso.
Pero el legado
dejado en Asturias y la aportación hecha a la recuperación de nuestras tradiciones
folclóricas por Mariano Castro, fallecido con 69 años en su Gijón del alma un
veintiuno de noviembre de 1988 tras un viaje a Holanda con Los Xustos, supera
con creces a todo lo acontecido durante los años trascurridos desde su creación
y a todos los premios y galardones conseguidos por su importancia étnico-musicológica
seguramente muriendo este sin llegar a comprender nunca ni valorar en su justa
medida el trabajo realizado en favor de generaciones venideras.
Preciosa historia,me ha encantado leerla ,vi en mi niñez a la compañia Los Mariñanes actuar en el Hogar del productor de Ceares,y al grupo los xustos bailar,todos ellos grandes artistas e impulsores del folklore asturiano.Muchas gracias por publicar esta página
ResponderEliminary luego????
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