25 de enero de 2011

BODAS DE ORO EN HELICÓPTERO


19 de ENERO de 2011
En las Bodas de Oro de Alfonso Barro y Luisa Villazón de Castiellu La Marina en Villaviciosa, ‘UN VIAJE EN HELICOPTERO DE REGALO’ Os contamos como fue el vuelo, una pequeña historia de la difícil vida de este matrimonio y el final feliz de la celebración del banquete familiar

Menuda sorpresa se llevaron estos vecinos de Castiellu, cuando se enteraron del regalo para las bodas de oro, de su amigo y vecino Carlos Álvarez. Hacer un viaje en helicóptero desde su casa en el barrio del Cañeu hasta el restaurante gijonés donde tuvo lugar el banquete de celebración y así poder ver desde el cielo las casas donde nacioron, Alfonso Barro Palacio en Bedriñana, y Luisa Villazón Rozada, en Castiellu la Marina.
                         
«Era una ilusión que tenía desde hacía mucho tiempo», señaló Alfonso, «hice la mili en aviación y me gusta mucho volar, cuando venía a cortejar a Luisa, no había ni camín hasta la casa, y tenía que cruzar los praos andando, así que a nuestro amigo Carlos se le ocurrió hacernos este regalo, que le agradecemos mucho». En el vuelo panorámico pudieron contemplar pueblos de Villaviciosa como, San Justo, Quintes, Arroes o Quintueles, que bien había recorrido Alfonso a pie durante años. «Por un accidente en la mina la Camocha donde perdí una pierna, que llevo ortopédica, me jubilaron en 1963, pero como la pensión de 3000 pesetes no alcanzaba hice de todo, vendí helados, trabajé en la gasolinera de Venta les Ranes, y me dediqué a cerrar finques por toda la Marina con estaques de hormigón, lo conozco todo bien caminando, pero hoy lo veremos desde el cielo».
De este trabajo me quedó el nombre de ‘el estaqueru’, además «del fiu del nietu Bedriñana, que es como siempre me habían llamado».
A Luisa, una mujer luchadora le hizo especial ilusión tan singular regalo de Carlos, con una vida dedicada al trabajo sacrificado en el campo, la familia y la casa; y ya desde bien pequeña ayudando a sus padres como entonces se hacía, esta fue para ella una sorpresa inesperada, que al principio le dio un poco de reparo, pero que luego superó con los ánimos entusiastas de Alfonso, y sobre todo de los nietos, Jacobo, Pelayo y Elisa «pude ver como nunca antes, los pueblos que durante años recorrí por todos los caminos y caleyes con mi padre Luis Villazón, lo acompañaba desde bien neña a vender carros de rozu pa les cuadres de todo el concejo, y todos los miércoles bajábamos a venderlo al mercáu a la Villa».

El viaje tuvo un final feliz, se habían casado justo ese día 50 años antes el 19 de enero de 1961. En el banquete recibieron muchas muestras de cariño, felicitaciones y regalos, y entre otros una foto dedicada por el presidente del Principado, Vicente Álvarez Aréces, que por motivos de agenda no pudo asistir, pero que aprovechó la visita del pasado lunes a Villaviciosa para felicitarles personalmente y hacerse la foto con ellos de recuerdo.
En la celebración estuvieron acompañados de su hija Isabel, sus nietos y medio centenar de vecinos y amigos, donde hubo más sorpresas, pero ninguna tan especial como la del viaje en helicóptero. Agradecidos y emocionados brindaron diciendo «todo esto no lo olvidaremos nunca, cuando seamos bisabuelos lo celebraremos con un viaje en globo»




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