25 de noviembre de 2011

Una familia holandesa, de paso por la comarca, relata su experiencia de seis años viajando con una caravana tirada por caballos sin mas objetivo que "disfrutar de esta forma de vivir" (25-11-11)

Las caravanas aparcadas hoy en el aparcamiento de la farmacia.
La familia pasó el día hoy en Venta las Ranas. Os ponemos una entrevista que les hizo El Comercio.

REPORTAJE DE EL COMERCIO (24-11-11)
Hace poco menos de seis años, André Hemelrijk y Judith Hondijk, una pareja holandesa con dos hijas (Saphire y Yentl Rose) tenían ante sí una difícil decisión: seguir desempeñando sus trabajos de fotógrafo y publicista, respectivamente, o decidirse a cumplir con su vieja aspiración de viajar. Y optaron por hacer realidad su sueño. Tras pasar más de cinco años recorriendo Francia con una caravana tirada por dos caballos han atravesado Los Pirineos para lanzarse a descubrir España y Portugal.

Van camino de Santiago de Compostela y para ello han tenido que atravesar estos días la comarca de Avilés, aunque, tal y como relató (en inglés, porque aún no dominan el español) ayer en Santa María del Mar el padre de familia, «no es el fin del viaje. Nos gusta este estilo de vida y seguiremos hacia Portugal. Somos libres para continuar viviendo así o parar y volver a Holanda, a nuestros antiguos trabajos».

Ante este tipo de situaciones aparecen un sinfín de interrogantes. El primero, ¿cómo sostener económicamente la aventura? «Tenemos un equipo de fotografía digital con ordenador e impresora y vendemos fotografías de gente que quiere retratarse con la caravana. Además, Judith hace maquillaje. También vendemos postales y tenemos un página web (www.roulotte-papillotte.com). Pero en realidad no nos hace falta demasiado dinero para vivir. Antes de emprender el viaje ahorramos para comprar la caravana y los caballos y no nos hace falta comprar gasolina», explicó sonriente André Hemelrijk.

El siguiente interrogante tiene que ver con sus dos hijas, más concretamente con su educación. «Pedimos un permiso al Gobierno de Holanda para poder educarlas nosotros. Les enseñamos lengua, matemáticas, aprenden idiomas ». Pero hay más. «Hace poco estuvimos en Colunga y visitamos el Museo del Jurásico. Esta forma de vivir es también una escuela de la vida», comentó Judith Hondijk.

Economía, educación..., falta preguntar por la salud. «Recurrimos a la medicina privada. Lo más caro es el dentista, pero tenemos suerte porque gozamos de buena salud. Incluso nuestros caballos, de una raza noruega, están sanos», comentó Judith Hondijk mientras en el fuego de su concina de leña que calienta toda la caravana se hace un suculento suflé.

A pesar de que ellos apostaron, y siguen apostando, por esta forma de vida, no están exentos de problemas. «Desde que llegamos a España la Policía nos ha parado unas treinta veces. No somos delincuentes y es normal que te paren una vez, pero no todos los días», comentó la pareja.

Inconvenientes que, para ellos, no superan a las satisfacciones. «En Asturias la gente es muy amable. Muchos nos ayudan, aquí y en otros sitios, para lavar la ropa. Eso es lo más difícil porque sólo se encuentran lavanderías en las ciudades grandes», comentó Judith Hondijk.

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