30 de septiembre de 2014

Los Pisones reabre en una casona del siglo XIX frente al Grupo Covadonga

Luis Fernández reconoce que toda la familia está «muy ilusionada» con esta nueva etapa y garantiza que el espíritu del popular establecimiento fundado por su padre se mantiene

Solo pasaron dos años desde que Leni Gutiérrez, sus hijos Beatriz y Luis Fernández y su nuera Noelia García tomaron la difícil decisión de cerrar su establecimiento en Venta Les Ranes para trasladarse a Gijón, pero la espera se les hizo eterna. Finalmente, el emblemático restaurante Los Pisones reabrirá sus puertas a finales de noviembre en una casona del siglo XIX, frente al Grupo Covadonga.
El negocio familiar cuenta con más de cuatro décadas de historia, pues fue fundado por Luis Fernández Castiello -marido, padre y suegro de los actuales propietarios- en 1969 en el barrio de Los Pisones de Quintueles. En 2005 el local quedó calcinado en un incendio, lo que obligó a los hosteleros a trasladarse a la Venta Les Ranes. Pero ni el fuego ni la muerte del fundador, en 2010, pudieron acabar con el espíritu luchador de una familia cuya afición por los fogones se remonta a 1961, cuando los abuelos del actual gerente abrieron un establecimiento en la calle Ezcurdia.
Vuelta a los origenes
«Es curioso, porque mis abuelos comenzaron en la calle Ezcurdia, luego mis padres abrieron en la carretera de Villaviciosa. Tras el incendio nos trasladamos a otro número de la misma vía y, ahora, de nuevo abrimos en la confluencia de la carretera a Villaviciosa y la calle Ezcurdia. Ni hecho adrede hubiese salido mejor», reflexiona Luis, quien indica que toda la familia está «muy ilusionada» con esta nueva etapa, aunque reconoce sentirse «sorprendido» por los más de 18 meses que les ha costado hacerse con todo el papeleo y permisos necesarios. «Según están las cosas, llama la atención que sea tan complicado emprender un nuevo negocio», apunta.
Quienes se enamoraron en su día de la cocina de las tres guisanderas con que cuenta el restaurante -Leni, Beatriz y Noelia- y de algunas de sus innovaciones, como la ñocla a la plancha o las fabes con marisco, están de enhorabuena. Los Pisones, asegura Luis, mantienen el mismo espíritu que tenían antes del parón, con el amor por la cocina tradicional asturiana y los precios de antaño incluidos. «Aunque la casona sea lujosa e imponga, nuestra intención es poder llegar a todo el mundo», destacan los hosteleros, quienes señalan que el establecimiento contará con bar, en la planta baja, un comedor en el primer piso y otro en el segundo, donde también se podrán organizar comidas privadas.
«También estamos adecentando la terraza, que tiene una superficie de 500 metros cuadrados y tendrá diferentes usos», añade Luis Fernández.
Los hermanos Beatriz y Luis Fernández ante el edificio que albergará el nuevo restaurante.

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