Este robledal centenario cuenta con una abundante cantidad de especies de árboles alóctonos, por lo tanto es de gran importancia su repoblación con ejemplares de roble del país.
Con el paso de los siglos fueron varios los carbayos que cayeron o secaron, quedando el espacio con varias calvas.
Debido al lento crecimiento de estos árboles, probablemente tendremos que esperar varias décadas para ver a los benjamines recién plantados llegar a un tamaño medianamente considerable, aún así, es loable el empeño de la Asociación de Vecinos por conservar este precioso recinto en las mejores condiciones posibles.
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