3 de julio de 2016

Entrevista a José Luis Miranda "Pepe Luis el taxista"

José Luis Miranda es natural de Castiello de la Marina. Hace buena gala de ello el haber nacido un día de la fiesta de San Juan de 1932. Es vecino de toda la vida de Venta las Ranas, donde vive junto a su esposa. Podemos decir que le sobran las presentaciones, pues es conocido en todo el concejo y alrededores por haber dedicado toda su vida al transporte, primero  con camiones y después como taxista con licencia y parada en Venta las Ranas. Gran aficionado al ciclismo, a sus casi 84 años conserva prácticamente intactos los recuerdos de toda una vida en la carretera. Pepe Luis “el taxista” nos recibe amablemente en su domicilio para contarnos sus vivencias y relatarnos su amplia trayectoria profesional.
 
Hola Pepe ¿Tu familia ya era natural de Castiello?
Sí, mi padre y mi madre eren vecinos, mi padre de El Carbayón y mi madre nació en una casa que había en la finca que está plantada toa de pumares allí al lao.

¿Qué recuerdos tienes de tu niñez?
Acuérdome de ir a la escuela a Castiellu, que nos daba clase un maestro que se llamaba Carlos y llamábamoslu “formiga”. Cuando llovía íbamos descalzos, la carretera era de piedra, pero teníamos los pies tan duros que no nos mancábamos gota. Allí delante del colegio eren todo espineres y yo un día clavé una espina en un calcañu y no había manera sacala. Acabó sacándomela el maestro con los dientes.
Dejé la escuela a los 14 años porque, un día, estando en clase, un compañeru que estaba al mi lao no sé qué trastada hizo y vino el maestro y pegome una morrada bárbara porque pensó que había sido yo. Diome tanta rabia que levanteme, salí disparau como un tiru y no volví más.

¿Cuándo empezaste a trabajar?
Empecé na más dejar la escuela a los 14 años, en el taller de mi padre, que era muy conocidu en la zona porque hacía y arreglaba carros. Llamábenlu “Luis de los carros” y tenía el taller aquí en casa. También tenía un sobrín que se llamaba “Antón de los carros”, que tenía taller en Piñole, y de aquella también los hacía “Tero Villaverde” y otru en San Miguel de Arroes. El trabayu de los carros era muy exigente porque abarcaba los oficios de carpinteru y de ferreru. Igual había que saber carpintería como trabajar la fragua. Mi padre primero tuvo el taller donde casa Carlones y después, cuando hizo esta casa, ya empezó a trabayar aquí en el primer hueco. El segundu hízose pa poner el taller de carpintería Lorenzo el carpinteru, que estuvo aquí hasta que hizo la nave al lao de la farmacia. Cuando Lorenzo marchó de aquí, cogió esti taller José Riera que vino de Breceña con el padre y unos hermanos a trabajar.
 
¿Dónde hiciste la mili?
Bueno, yo fui de una quinta de excedentes y eché tres meses na más en Oviedo, en El Milán, en el añu 1953. Cuando vine de la mili seguí trabayando con mi padre, pero ya iba menguando el trabajo de los carros porque ya empezaben a salir los tractores. Cuando mi padre enfermó y cerró el taller, cogiolu Modesto Miranda, que era sobrín suyu y puso aquí taller de fragua hasta que, años después, hizo la casina y el taller en La Obra.
 
¿Trabajaste en algo más?
Empecé en 1950 a trabayar de fotógrafo con Minfer el de La Villa, hasta 1959. Andábamos por bodes, fiestes, comuniones… Era raro el sábado que no tenía una boda. De aquella celebraben muches de por aquí en el Tamanaco y La Palmera de Infiestu. La primer boda en la que yo trabajé de fotógrafo fue la de Serafín el de San Justo. Iba a una fiesta a sacar fotos y igual ganaba 40 o 50 duros como nada, que de aquella eren cojonudos. Acabé comprando-y la Vespa a Minfer. También en les romeríes sacabes fotos y tomabes nota de los datos y dirección de la persona; después de revelar ibes a entregar les fotos y cobrabes. No era fácil usar aquelles cámares, había que saber manejar el flash, graduar el diafragma y el telémetro pa la distancia.
 
Llegó un momento que tenía tantu trabajo que llegué a planteame dedicame a ello. Dábaseme muy bien, pero al final opté por dejalo. Fue cuando saqué la licencia de taxi y tuve trabayando una temporada con él. El primer coche que tuve fue unu americanu marca Buick de 7 places con motor Barreiros Diesel. Pero como no había mucho trabajo con el taxi, empecé a trabajar con un camión de Octavio Carrera, con el que estuve 3 años. Luego anduve otra temporada de taxista con un Seat 1400C matrícula de Madrid, que de aquella taben mal miraos. Después de aquello fue cuando empecé con “Marcelino el molineru” con los camiones de la madera. Con Marcelino anduve 10 años viajando sin parar a San Sebastián. Había temporades flojes y hacíamos viajes a otros sitios como Valencia, Sevilla… pero, normalmente, pa San Sebastián. Después de trabajar tantu tiempo con Marcelino ya fue cuando cogí el taxi y ya no lu dejé hasta que me retiré haz 10 años y vendí la licencia.
 
¿Cómo surgieron tus comienzos como taxista?
Fue por mediación del médicu de Les Ranes, Agustín Foyaca. Yo llevábame muy bien con él y siempre venía a que-y afilara los bisturís. De aquella, Foyaca tenía bastante vara alta en el Ayuntamientu de La Villa, y un día díjome que, si yo quería, que me solicitaba una licencia de taxi pa Venta les Ranes. De aquella, “Angelita la del Torpelano” tenía dos licencies de taxi y solamente usaba una, así que la otra concediéronmela a mí.

¿Qué coches tuviste de taxi?
Después del Seat 1400C compré un 1500 y después un 131 que andaba con butano. De aquella solo autorizaben el butano pa servicio público, y andaba muy bien. Hice varios viajes con él a San Sebastián a llevar a un paisano de Villaverde que tenía barcos. El coche tenía un sistema pa cambiar a gasolina cuando se te acababa el butano, porque una bombona no me alcanzaba de aquí a San Sebastián. Era un sistema muy limpiu, no te quemaba les bujíes ni te gastaba el aceite. Luego comprómelu un hermanu de Mariano el de Argüeru y yo compré un Peugeot 505 que vendilu a Alonso el de Peón y tovía circula por ahí con él. Después tuve el Citroen XM que era un coche muy cómodu, pero fallaba mucho la suspensión. Cansau de ir al taller acabé comprando el BMW que tengo ahora, que ya tien 22 años y ta como nuevu.
 
¿Recuerdas alguna situación difícil?
De aquella solía llevase sobre todo gente al médicu a Gijón y a Oviedo, pero acuérdome con el primer coche que tuve, que se me paró en Mieres una vez que fui a llevar a “Ramón de Picayu” a Boñar. También en otra ocasión se me paró subiendo por les portielles de Llorea con una vecina que taba de partu. Afortunadamente, pude solucionar el percance rápidamente y llegar al hospital a tiempu. No era muy habitual llevar muyeres a dar a luz, porque de aquella se hacía en casa. Acuérdome que la comadrona de aquí era “Virginia la de Juanito”.

En tus tiempos jóvenes también trabajaste algo en tonelería…
Sí, mi padre y yo hicimos aquí en el taller algún tonel pal Alto La Campa. Además, en 1966 también estuve trabajando 3 meses en Bélgica. Fuimos pallá José Riera, Severo el de La Florida y yo a armar una bodega entera de sidra, toneles, llagar y todo. Lleváronse de aquí dos tráileres de Gerposa cargaos con tola madera; ya iba todo preparao pa armalo allá. Yo tenía un primu en Bruselas y nosotros estábamos a 50 km de allí. El primer domingo que pasamos allí yo quise ir a velu, pero tenía que coger un autobús y luego un tren y no fui capaz a sacar el billete pal tren porque no había manera entendese con el idioma. Menos mal que me oyó una muyer española hablar solu y sacome ella el billete. En Bruselas estuve en una cafetería en el Atomium, que no paraba de movese.
 
¿Cuál fue el viaje más largo que hiciste con el taxi?
Yo creo que a San Sebastián, porque también fui alguna vez a León, Valladolid… pero ta más lejos San Sebastián. Bueno, miento, porque también hicimos el viaje de novios con el taxi y fuimos hasta Burdeos.

¿Había muchos taxis por esta zona de aquella?
Taba Máximo el de Argüeru, que primero había sido lecheru, y también taba Epifanio, pero no quería ir más que a Gijón.
Aquí en Castiellu también tenía licencia de taxi Gerardo y en Arroes trabayaba algo de taxista Crisanto.

¿Tuviste algún accidente?
En todos estos años por carretera solamente tuve unu, y fue con el coche que tengo ahora. Fue en la Venta la Esperanza, donde Casa Ciprión: un coche que se puso a adelantar y chocó de frente contra mí. A mí no me pasó nada, pero el coche llevó un golpe grandísimu.
 
Sabemos que eres un gran apasionado del ciclismo…
Sí, siempre que estaba un poco floju de trabajo cogía la bicicleta y a pedalear. Todos los veranos hacía más de 3.000 kilómetros. Solía ir mucho a Covadonga, unes veces por El Fitu, otres veces por La Encrucijada… Tenía una bici muy buena, tovía la tengo ahí.
La última vez que subí a Los Lagos de Covadonga en bicicleta tenía 70 años, haz ahora 13 años. Fui hasta Covadonga con la mi fía en bicicleta y subimos hasta Los Lagos sin posanos. Había una gente de Madrid que nos adelantó en coche y taben asustaos; dijéronme “Usted no fumará, eh” y dije yo “No, hoy no fumé…”, porque yo fumaba bastante, pero así con todo habrá pocos o ningunu que hayan subido en bicicleta a Los Lagos del tirón con 70 años.
Ahora camino un poco mal, ya no me funcionen les piernes como antes, pero hasta haz 3 años cogía la bici y iba hasta Ribadesella todos los días.

Desde la Comisión de Fiestas de Castiello damos las gracias a Pepe Luis y su esposa por el interés mostrado y por prestarnos unos instantes de su tiempo para esta humilde “entrevista”.

5 comentarios:

  1. Creo que en esta entrevista deberia mencionar que ocurrio el 22 de julio de 1961

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  2. Es su gran secreto!! Quizas ya que veo tiene buena memoria, no se lo lleve a la tumba por cobardia

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  4. Que pasa que nadie lee este bloc?
    Pues es totalmente cierto que le escondes un gran secreto a tu mujer e hijos

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